“Considerando los procesos fenológicos del árbol de nuez pecán (Carya illinoinensis, Koch), ya tenemos progresos recientes que ha habido en el conocimiento de las enfermedades involucradas en respuestas a condiciones de estrés biótico y abiótico, enfatizando aquellas enfermedades que requieren de un adecuado manejo integral para asegurar la sanidad y la inocuidad alimentaria”, señaló Ana Micaela Heredia, jefa de la división Frutihorticultura y Flores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Famaillá.

La experta disertó durante el ciclo de conferencias online titulado “Pecán, actualidad técnica de un cultivo que se expande en el NOA”, que organizó la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

Afectación

Heredia contó que se analizaron, desde un punto de vista productivo y con enfoque prospectivo, las principales enfermedades que afectan a la producción pecanera en la región del NOA. “Entre ellas, sarna, antracnosis, rama seca y cancro de tallos, causadas por hongos del género Fusicladium, Colletotrichum, Botryospaheria y Phomopsis, respectivamente, que limitan, en forma significativa la producción y lo harán aun más en los próximos años”, advirtió.

La profesional indicó que los daños provocados variaron en función del patógeno, de la época del año, de la región, del lote, del cultivar, de las prácticas agronómicas utilizadas, y de las condiciones ambientales durante los diferentes estadios de crecimiento, entre otras variables.

Destacó que el factor climático, con una primavera seca y con amplitud térmica, resultó favorable para el cultivo con riego. Señaló, además, que se observó, en general, una buena sanidad hasta fin año. No obstante, puntualizó que con la llegada de las precipitaciones a comienzo del año en curso, estas enfermedades se hicieron presentes, y afectaron el cultivo, aunque con menor incidencia.

Pérdidas considerables

“Sumado a esto, se ajustaron algunas tareas, como el manejo del riego y de las labores culturales, y el uso de agentes de protección, tendientes a reducir las condiciones favorables para la presencia de dichas enfermedades. Hacia el final de campaña fue importante la presencia de antracnosis en frutos, que causó pérdidas de consideración”, contó.

Finalmente, precisó que los problemas fitosanitarios no deben analizarse y comprenderse en un patosistema específico, aislado del agroecosistema, sino que más bien se debe analizar el sistema en un todo integrado, donde el trabajo interdisciplinario resulta fundamental.